domingo, 21 de septiembre de 2008

El cibersexo como alternativa de salud

Leyendo algunos datos curiosos del nuevo libro que está por publicar Antonio, acerca de la cibersexualidad, me puse a pensar en los aspectos positivos que pudiera tener dicha práctica erótica.

En ésta época donde se encuentran las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) al por mayor todavía existe gente que ignora cuáles son las formas de protegerse, aparte del uso del condón y, en condiciones muy extremas, la abstinencia.

Uno de los métodos más sencillos para prevenir ITS es el uso de sexo seguro, ¿qué es eso? Se preguntarán algunos de ustedes, en palabras sencillas es una forma de tener relaciones sexuales sin intercambio de fluidos (semen, flujo vaginal, sangre). De esta forma las prácticas eróticas pueden estimular todos los sentidos sin recurrir sólo a la genitalidad.

Ahora bien ¿cómo puede ayudar el ciberespacio a lograr una práctica segura de la sexualidad? Hay muchas formas, se tienen por ejemplo los grupos de encuentro, sencillos como las salas de chat, donde se conocen personas para entablar conversaciones o simplemente “pasar la noche”, u otros más complicados como el BDSM (Bondage, Dominación, Sado-Masoquismo) en el que se conocen otro tipo de prácticas sexuales, más allá del simple coito.

Sin llegar a conocerse en vivo y a todo color se pueden gozar de estas prácticas de manera electrónica vía chat o MSN. De igual forma en el Internet se encuentra un sinfín de literatura erótica, videos, películas, fotografías estimulantes, etc. Sin llegar al extremo pornográfico, que pueden compartirse con la pareja formal o en turno, diseñadas para todas las orientaciones sexuales y gustos.

Éstas prácticas estimulan el sentido de la vista, el oído y, por supuesto, la imaginación, pues hay que recordar que el cerebro es el órgano sexual más importante de todos, ya que en sexualidad el único límite es el respeto a los demás, sin olvidar también la responsabilidad.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Infidelidad en la Red.

Desde niños la cultura y la educación de cierta forma nos dirigen a ciertos cánones. Y las expectativas que tenemos de la relación de pareja no se salva de la influencia de estos. La mayoría de los humanos, si es que no todos, idealizamos la relación de pareja y a la pareja creyendo que el otro “debe” satisfacer nuestras necesidades; a veces se da a nivel inconsciente, pero allí esta. Las necesidades de las que hablamos se extienden en todas las esferas vitales de la persona. Y así vivimos idealizando a la pareja, hasta que la relación, crece en tiempo y compromiso, vamos descubriendo que esa maravillosa idea que teníamos acerca del amor, se va desvaneciendo frente a nuestros ojos, porque la realidad es muy diferente, las crisis empiezan, ya sea por la monotonía, la rutina o las necesidades personales que cada uno tiene, descubrimos que tenemos esquemas diferentes que a la larga no eran tan compatibles como lo habíamos esperado, ya sea por personalidad, por valores o plan de vida.
La pasión que en ocasiones se desaparece o cambia y el amor que se desvanece cuando la rutina y la monotonía van llenando a la pareja de obligaciones, decepciones, mala comunicación, mala economía, mala salud, etc. Las historias de amor pasan de románticas a dramáticas, un factor determinante para este resultado es la elección de pareja. El hecho de elegir a la persona equivocada nos lleva a una relación poco sana y fructífera, que puede terminar en infidelidad, ya que no estamos recibiendo lo que esperábamos del otro, no obtenemos satisfacción; y no me refiero a lo sexual únicamente. Implícitamente creemos que al afianzar una relación establecemos un acuerdo de estar juntos los dos, sexual y emocionalmente el uno para el otro en exclusividad, al menos es lo esperado. Lo opuesto provocaría crisis, problemas y desajustes en la pareja. Así entre conflictos, malos entendidos, peleas y problemas, vamos fertilizando el terreno de la infidelidad. Nos referimos a las relaciones extra conyugales o extra pareja, sean de tipo sexual o afectivo. Los infieles buscan lo que no encuentra con su pareja, por ejemplo aspectos intelectuales, físicos, emocionales, de atención, económicos, etc. Ya que eso brinda como un desahogo emocional, en ocasiones esto permite seguir en la relación, ya que de alguna manera se logra compensar lo que no se tiene con la pareja.
En el mundo moderno, nos encontramos con tiempos reducidos, nos excedemos de trabajo, de compromisos sociales y económicos, donde a veces es difícil tomarse un tiempo, para sí. La modernidad y los avances tecnológicos han ido modificando nuestro modus vivendus, donde se incluye nuestra forma de relacionarnos o socializar…
El Internet es uno de los medios de comunicación mas importante, es usado para miles de transacciones, compras, búsqueda de cualquier tipo de información, y porque no para buscar una pareja o mantener una relación sentimental o una forma de infidelidad. Numerosos son los sitios en la red donde puedes conocer y relacionarte. El punto central de este preámbulo cibernético, esque no siempre se busca una pareja en Internet para enraizar lazos y vivir una vida juntos como marido y mujer, puede ser el hecho de llenar el vació que tenemos en nuestra relación real.
Por naturaleza, hombre y mujer se sienten atraídos por lo que desconocen, por experimentar lo prohibido, lo que puede implicar algún riesgo, y la infidelidad encierra todo ello y el Internet lo hace mas interesante y fácil; ya que puedes manipular y limitar con mayor facilidad, la información y nivel de compromiso al que desees llegar.
En una relación virtual, lo curiosos es que no conocemos físicamente a la persona, y corremos el riesgo de que no sea igual, en persona que en el Chat o en el Messenger. Lo interesante de estas relaciones, es la tranquilidad y la seguridad que experimentan las partes, ya que es impersonal, es como dar vida a una fantasía, o bien puedes darte a conocer abiertamente sin miedo. Tú decides que recrear, construir y a su vez satisfaciendo con cada conversación, todo depende de lo que a uno le haga falta.
Puede parecer excesivo, pero actualmente en Europa y Estados Unidos hay agrupaciones de infieles que no sólo son clubes para conocer personas con gustos afines, sino que se encubren e intercambian pretextos y consejos para no ser descubiertos en las andanzas amorosas clandestinas. Para aquellos que no se conforman con un nombre anónimo y fotografías (tal vez falsas), en cambio prefieren el contacto visual para iniciar una relación de cualquier tipo, existe una modalidad que ha funcionado con éxito en países de Europa y Norteamérica, y comienza a causar revuelo en Latinoamérica, se llama el Speed Dating (citas rápidas).
Especialistas comentan, Al escribir a alguien que no conoces, puede surgir un intenso sentimiento romántico y los fuegos de la pasión se avivan; dando ese toque mágico del enamoramiento que a veces por factores ya mencionados, en la pareja real se apagan. Es posible enamorarse de alguien que no se conoce e incluso con mayor fervor y pasión. En la computadora puedes imaginarte lo que desees y, como no recibes ningún estímulo que te devuelva a la realidad, puedes idealizar. En efecto, el enamoramiento por Internet puede ser mucho más poderoso: la positivación del otro se maximiza al estar lo negativo sublimado, oculto tras una pantalla, los defectos de una pareja virtual no se conocen ni se sufren. Es decir, si ya de por sí la persona idealiza a su pareja y, se vuelve un ciego voluntario ante sus defectos, vía Internet la máquina hace todo el trabajo.
Asimismo, las justificaciones más recurrentes entre los infieles generalmente aluden a culpar a la otra parte, es decir, el argumento es "no me da lo que necesito", "se ha descuidado físicamente", "no me brinda atención", "le preocupan otras cosas", "no responde sexualmente" y más. Pero, ¿qué tanto es responsable de que la relación sea mala quien ha hecho las enunciaciones anteriores?Este articulo no es una invitación a la infidelidad vía Internet, si no un vistazo a cómo el hombre se va modernizando y se ve influenciado en su naturaleza por la tecnología, facilitándole o dando otro medios para la socialización. Ahora podemos ver que el hombre da paso a lo virtual envolviéndose en redes cibernéticas para cubrir ciertas necesidades, no satisfechas en una relación formal o real.