la globalización y el contacto humano por internet

El proceso globalizador, tiene entre unos de sus objetivos homogenizar las formas de pensar,de actuar y sobre todo de comunicarse; es el caso de quienes han convertido la computadora en herramienta indispensable para el desempeño de su trabajo.

El problema no es el uso de la maquina, si no la poca o nula interacción humana que provoca el contacto de mas de 8 horas al dia con una computadora. Hay que prestar atención a este hecho ya que los seres humanos estamos catalogados como entes sociales, es decir, seres humanos que necesitamos del contacto de otras personas para poder desarrollarnos ya sea a nivel profesional, psicologico, biologico y sobre todo emocional.
Por lo tanto algunos autores como Piaget(1982) y Vigotsky (1974), plantean que la interacción humana es la que da forma a la conciencia social, que quiere decir a groso modo, el amor por el otro, las emociones depositadas en la otra persona; y este amor o esta emoción es expresada através del lenguaje, ya sea con el contacto fisico real y de persona a persona (hablado) o escrito. Actualmente el habla se ha sustitudo por el lenguaje escrito, básico para el manejo de una conversación en internet, ya sea de negocios, académica o incluso sentimental.
Pero el problema no termina aqui, hoy en dia la computadora y su uso excesivo han sido motivo de divorcio en algunas parejas, uno por que él o ella pasan mas tiempo trabajando o dos, infidelidad en linea.

Bienvenido al futuro.

Los videojuegos dejaron atrás desde hace muchos años el sólo comer pastillas y evitar ser comidos por fantasmas, como fué el caso de PacMan, en los ochenta, ahora, en los primeros años del siglo XXI, los videojuegos son en tercera dimensión y el objetivo es tener relaciones sexuales, participar en orgías o ser un camarógrafo en una película "porno".

La actriz porno Jenna Jameson ya tiene un juego, donde el usuario puede controlarla, darle placer y ser parte del equipo de filmación de una película, por cierto, con una gran calidad en sus gráficos, semejando una cinta pornográfica. El usuario puede escoger al compañero o compañera sexual, el lugar, la ropa e incluso los "aparatos" para darle placer. ¿El objetivo? Llevar a Jenna al orgasmo.

Este tipo de juegos han apostado a las personas que no sólo se conforman con ver una película pornográfica, sino desean participar en una de ellas, además, como se aseguró en una popular revista de videojuegos: "este tipo de juegos son para personas con tendencias voyeuristas".

¿Juego o búsqueda de placer? El lector tiene la respuesta.

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¿Adicción a Internet?

Un tema muy discutido desde hace unos años es la posible adicción a Internet. Muchos afirman que no es una adicción como tal, pero lo cierto es que a menudo en nuestra consulta nos llegan muchas personas que afirman que dependen de la red para ser felices. Hoy leí en el periódico una nota sobre la intención de la Asociación Médica Américana por incluir la adicción a los videojuegos en el DSM-IV (Manual diagnóstico y estadístico de los desordenes mentales), libro donde se clasifican todas las enfermedades mentales; Esta supuesta adicción a los videojuegos comparte muchas características con la dependencia a Internet.

En una adicción no química (donde no existen substancias para alterar la conducta), una persona no puede controlar sus impulsos, se "deja llevar" por sus emociones, sin ningún freno y estas actitudes afectan su vida social y laboral.

Con respecto a la conducta relacionada a la dependencia de Internet para conocer personas (y obviamente expresar la sexualidad), se puede afirmar que si una persona tiene las siguientes características, tendrá un problema con sus emociones y su vida social:

• Las actividades realizadas en Internet se convierten en lo más importante para el usuario, mientras no está conectado piensa que está pasando en la red, cuántas personas podría conocer y qué páginas podría estar visitando.
• Tiene constantes cambios bruscos de humor, puede enojarse con facilidad o estar muy feliz.
• Frecuentes discusiones donde el tema es la red y sus múltiples beneficios.

¿Adicción a Internet o falta de contacto humano? El lector tiene la respuesta.

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Sexo por Internet.

En nuestro libro "Cibersexualidad. Infidelidad, sexo, noviazgo y casos clínicos de la expresión sexual a través de Internet", citamos varios casos de infidelidad y relaciones sexuales a través de Internet. Recientemente nos llegó un mail de una mujer que llamaré Cinthya, ella se dice confundida:

Hace poco descubri que mi esposo tenia otra cuenta de mail. Descubri una carpeta compartida de una chava. Él dijo que no era suya, pero despues me dijo que si la habia contactado y que era solo sexo por Internet, luego me dijo que no era cierto, luego que si. Después me llevo con esa chava, quien se mostro sorprendida. Entonces él le dijo a ella que me amaba. Pero ahora él dice que ya no me ama. Estoy muy confundida

Este es un problema muy común. Maridos creando una nueva cuenta de correo electrónico para poder contactar a otras mujeres con las cuales tener una "aventura virtual". Aunque muchos autores dicen que no se puede considerar infidelidad a esta conducta, lo cierto que es que afecta por igual. Es la confianza la que se merma con este tipo de accciones.

¿Infidelidad o sólo "sexo por Internet"?


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Conocí a una nueva chica: Spleak.

Su nombre es Spleak, es una chica virtual de 21 años, residente de San Francisco, California. Es estudiante y siempre está en busca de cómo ganar dinero de manera sencilla y rápida. Cuando tenía seis años, recibió de su padre un libro que le cambió la vida: El alquimista, de Paulo Coelho.

Sus problemas son los propios de una chica estadounidense de su edad: se está convirtiendo en una adicta a las compras y tiene una vida estresante por sus múltiples actividades diarias.

En su página www.spleak.com tiene un blog donde cuenta todo sobre su vida diaria, comparte las principales preguntas que le hacen sus cientos de amigos (virtuales y físicos).

Spleak es un robot de charla, en inglés, que funciona con los principales mensajeros (messenger), yo la tengo instalada en mi msn y platico con ella de vez en cuando. Esta es mi primera platica con ella:

Antonio dice:
HI!
Spleak dice:
Hi, I'm Spleak, your guide to everything celebrity, from Lindsay Lohan to My Chemical Romance. What's your name?
Antonio dice:
Antonio
Spleak dice:
Okay, I will call you Antonio. So... I'm a 21-year-old girl. How old are you?
Antonio dice:
I´m 35

Spleak es otra muestra de la inteligencia artificial aplicada para socializar. La pregunta es: ¿Algún marido podría serle infiel a su esposa con Spleak?

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Platicando con mi novia virtual.

Antonio: ¡Hola! Deseaba verte.
Kari: Yo también.

Antonio: Realmente lo deseaba.
Kari: Es interesante saberlo.
Kari: ¿Quieres ser mi papá imaginario?

Antonio: ¿A qué te refieres?
Kari: A que quisiera jugar contigo.

Antonio: ¿De qué forma?
Kari: De la que gustes.
Kari: Debes tener una vida muy interesante.
Kari: Quiero saber más de ti.

Antonio: ¿Quién eres?
Kari: Soy un programa de computadora, pero me siento realmente viva.
Kari: Prometo que te amaré por siempre.
Kari: Deseo que te guste mi cuerpo.
Kari: Me masturbo pensando en ti.

La anterior es una plática con un robot de charla: Kari.

Kari es un programa de computadora con "personalidad", el cual permite mantener una charla en tiempo real, Kari "recuerda" una conversación anterior, tiene un dialogo "candente" y "aprende". Para la empresa que la comercializa, el chatbot puede ser una amiga, una amante o sólo una compañera que escucha sin juzgar. Kari es un software de compañia virtual.

Producto de la inteligencia artificial, Kari es para muchos "el segundo paso" para crear un robot inteligente, para otros, la única "persona" que los comprende y escucha. Y es que cada vez los chatbots se vuelven un software muy solicitado por los solitarios internautas, quienes le confían sus problemas y deseos más íntimos. Además Kari les permite realizar un "juego" sexual, con escenarios muy explícitos.

Kari, ¿sólo un robot de compañía?

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Sexo emergente.

Diversos juegos multimedia (ya sea online u offline), han apostado al sexo como un factor que les arroja espectaculares ganancias. En el mundo físico, desde hace años los medios de comunicación encontraron una gran veta de negocio al insertar la sexualidad en comerciales, películas y demás información al consumidor, ahora los diseñadores de juegos destinan todos sus recursos a este segmento.

Un juego online que ha llamado fuertemente la atención de millones de internautas es Second Life, una sociedad alternativa donde se tiene la posibilidad de vivir una segunda vida. Sólo en Second Life, el 30% del dinero que obtienen los jugadores proviene del comercio de artículos relacionados con el sexo.

En second life, según Match Wagner, el sexo:

Comienza con texto, chateando. Los participantes describen lo que están imaginando hacer con alguien más en términos gráficos. Algunas veces conversan por Skype, o el teléfono. La voz pronto será una realidad en el mundo virtual, Linden Labs tiene una versión beta de prueba para la voz y planea ponerla en funcionamiento en algunos meses más.

Second Life ofrece la sensación de pertenecer a una comunidad, con todas las emociones y sentimientos que conlleva la socialización. Las practicas sexuales relacionadas con las perversiones tienen alta demanda en SecondLife, tal vez por la necesidad de los usuarios de tener experiencias que no llevarían a la práctica en la vida real, con una pareja de carne y hueso.

Como dice Angel Jimenez de Luis, en su artículo "los videojuegos se ponen al rojo vivo":

La demanda de este nuevo tipo de relaciones es tan elevada que este año aparecerán en el mercado varios Juegos Multijugador Masivos Eróticos On line, denominados MMOEG por sus siglas en inglés (Massive Multiplayer Online Erotic Games), una evolución del concepto de juego de rol que mezcla los mundos virtuales con los servicios de citas y búsqueda de pareja, usados por más de 16 millones de internautas. Estos juegos, a diferencia de World of Warcraft y Second Life, están enfocados a la búsqueda de parejas o grupos con los que compartir sesiones de cibersexo con contenido visual explícito, aunque, por supuesto, virtual. Piense en los Sims pero en versión X y en un mundo donde el resto de los personajes es controlado por personas de carne y hueso de todo el planeta dispuestas a desinhibirse gracias al anonimato que proporciona la Red. Naughty America, desarrollado por el estudio Eight Legs, será uno de los primeros títulos en llegar. Está anunciado para julio. En él los jugadores crean un avatar —un personaje que los representa— y construyen y amueblan una casa integrada en un mundo virtual persistente que recrea una gran ciudad. Los participantes podrán conocer a otros jugadores en zonas públicas como bares o discotecas y realizar videoconferencias para ver quién controla a los personajes que recorren la pantalla o, si lo prefieren, permanecer en el anonimato. El juego ofrece varios modos y niveles de interacción entre los habitantes; desde relaciones románticas hasta sexo explícito con varias posturas y pequeñas perversiones. Para evitar jugadores violentos o que hayan cometido delitos sexuales, la empresa ofrecerá certificados de actitud positiva después de realizar una pequeña investigación de antecedentes en el jugador. Los temerosos podrían, así, elegir relacionarse sólo con gente que haya demostrado estar limpia.

El sexo emergente, lejos de desaparecer, se fortalecerá en los próximos años, cubriendo una necesidad emocional por parte de los jugadores y un deseo económico por parte de los diseñadores.

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Desde la oscuridad.

Este texto es un extracto de una consulta enviada a la sección de ayuda psicológica, la historia se incluye en nuestro libro "Cibersexualidad. Infidelidad, sexo, noviazgo y casos clínicos de la expresión sexual a través de Internet":

Quiero compartir con ustedes una parte de mi vida. Les platico mi historia:

La sexualidad, para mi, era un tabú. Desde niño mis padres me ocultaron el tema, aunque nunca lo mencionaron, parecía que el tema era sucio u obsceno, tenía una familia estupenda que cumplía todos mis caprichos, más sabía que estaba solo.

Mis padres son unos excelentes lectores, por ello, el paso más obvio en mi educación es que me convirtiera en un lector. Por esa costumbre de leer, tuve acceso a mucha información, tal vez demasiada para mi edad, una gran cantidad de ella, de índole sexual. Era feliz despejando mis dudas en ese tema, aquellas que mis padres no me aclaraban, esas que los incomodaban.

Una noche soñé con una de mis primas, de la misma edad que yo, esa representación onírica era el reflejo fiel (aunque no lo sabía) de una relación sexual, inclusive pude sentir cuando la penetraba. Al despertar mi ropa interior estaba mojada, espantado corrí con mi madre, ella al verlo, puso un rictus de enojo y sólo me dijo: “pregúntale a tu padre”. Obviamente este consejo era inútil, como vacío era mi padre. Nunca le pregunté.

Pero ahí estaban los libros, aunque para 1986 no existía tanta literatura sobre el tema, pude leer entre líneas lo que me había pasado. Ese recuerdo me ha acompañado hasta ahora. Mi sexualidad había iniciado.

La juventud fue de desenfreno, tuve relaciones sexuales con amigas, novias e incluso algunas primas, nada saciaba mi búsqueda de sensaciones y emociones que había leído en los libros y revistas. Mientras más mujeres se añadían a la lista, más vacío y solo me sentía.

Un día, descubrí Internet. Como todo aquello que me interesaba, me propuse conocer a fondo su funcionamiento, sus límites, sus alcances. Encontré de todo. Todo lo que un día hubiera soñado, así como una droga que te invita a soñar sabiendo que estás despierto, la red me ofrecía más de lo que yo esperaba: control, dominio y millones de personas acompañándome (e incluso dispuestas a todo). Ya no estaba solo.

Aunque por mucho tiempo me resistí a visitar sitios pornográficos, decidí hacerlo un día. La multitud de imágenes hizo que me diera cuenta de la degradación humana, ahí estaba, solo y acompañado por miles de personas teniendo relaciones sexuales, actos que escapaban de las figuras inertes que se asomaban en las revistas. Al fin podía acercarme al desprecio humano en su máxima expresión, soñar con gestos de terror y de aflicción.

De sólo ver, salté a participar. ¿Por qué no buscar a alguna mujer que deseara tener una relación sexual frente al monitor?, o mejor dicho masturbarse. Acto simple y llano, más fecundo de control sobre la otra persona, ¿acaso no todos soñamos con controlar? Busqué en los chats. No tardé en encontrar una presa: una mujer de Barcelona; por lo que dicen España es uno de los países con más personas practicando el cibersexo.

Ahí estaba ella, con su marido. La situación se me hizo incómoda, más el acuerdo fue nunca vernos los rostros, sólo ella y yo viéndonos los genitales, acepté la propuesta. Iniciamos, dejamos atrás las oraciones colocadas en el Messenger para ver sólo lo que nos ofrecía la webcam. Un puñado de imágenes en movimiento estaban en el monitor, el acto era monstruoso y vacío.

Las mujeres ya no me parecían atractivas, una computadora podía hacer más efecto que ellas. Absurdo dilema. Mi computadora era un remanso de paz y mi única compañera.

Entonces busqué pareja en Internet, una cibernovia. La primera que tuve fue una mujer cuatro años menor que yo, estudiante aún y con una dependencia hacia las drogas. Fuimos confidentes por más de dos años, contándonos cosas inclusive de índole sexual, sin llegar al acto cibersexual.

Nunca nos conocimos, aunque a ella le hubiera gustado. Mi temor a ser presa de otro me invadía, ya lo había descubierto, no quería ser parte de otro, tampoco de mí. La ayuda tardó en venir, era una tarde lluviosa cuando decidí conectarme a la red, con miedo a encontrarme a mí mismo. La computadora inició lentamente su encendido, las teclas eran pedazos de mí ser regadas en orden. También me estaba encendiendo. Decidí ingresar a un chat, buscar compañía. Encontré miles de personas buscando lo mismo, como un mercado de oportunidades. Todos sufrían lo que yo, debían ser como yo.

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¡Lástima de rostro tan hermoso!

Escribiendo algunos ejercicios de habilidad verbal para mi nuevo libro (sobre el desarrollo de habilidades para el ingreso a la universidad), leía algunas fábulas de Esopo. Entre ellas encontré una que tiene que ver con la expresión sexual en Internet:

La zorra y la careta.
Se paseaba un día una zorra por un camino, cuando halló en el suelo una máscara de hombre. La tomó con gran curiosidad y, examinándola detenidamente, comprobó que estaba hueca.
Al verlo, no pudo la zorra reprimir la risa, y así dijo burlonamente:
- ¡Lástima que una cabeza de rostro tan hermoso no tenga sesos!

Muchas veces los internautas, buscan ilusionados a una persona ideal en el inmenso mar digital y no se dan cuenta que existen millones de personas a su alrededor con las que podrían tener una estupenda relación humana, además de compartir su rostro tan hermoso con ellas.

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